top of page

Conclusiones

La memoria contra el olvido
 

Siempre que un proyecto llega a su fin es necesario hacer un balance final. Entre otras cosas, se deben valorar en su justa dimensión los logros alcanzados, las metas cumplidas, los pendientes por realizar, las fallas por corregir.

 

Si bien es cierto que la revista ya no se publica, el hecho de incorporarla a la red representa la posibilidad virtual, casi infinita, de difundir las ideas ahí contenidas; permite revalorar las preocupaciones de aquel entonces; mantener vigente un espacio genuino de reflexión del magisterio.

 

La revista tuvo una evolución, lenta tal vez, pero sustancial. Los temas que abordó fueron vanguardia en su momento histórico (1995-2001) en el que fueron esbozados. Quizá lo más trascendente de ello sea que no han envejecido.

 

En la actualidad, por ejemplo, la incorporación de las TIC al ámbito educativo genera un amplio debate. En el número tres, hace diecisiete años, se reflexionó en torno a los medios electrónicos, principalmente audio y video, y su incorporación en el aula.

 

El número cuatro giró sobre un punto medular de la educación: la promoción de la lectura. La reforma académica ha sido una constante en el pensamiento de los últimos años; no fue la excepción en estas páginas, pues el cinco estuvo dedicado a tan importante rubro. La problemática de la educación sexual tuvo su espacio en el penúltimo. Cerramos los ejes temáticos con uno igual de trascendente, la computadora en el aula.

 

En fin, estas fueron algunas de las inquietudes que ocuparon de manera central nuestra atención durante la publicación de la revista. Temas y preocupaciones que hoy, a la luz de nuevas teorías, enfoques y herramientas deben replantearse y que, de manera visionaria, tal como lo esbozábamos hace ya varios lustros, el día de mañana seguirán en el centro de la discusión académica.

 

Asombro y desconfianza de propios y extraños

 

Dos riesgos debió sortear la revista Con Palabras Propias, los afrontó a lo largo de sus seis años de existencia. El primero fue dejar de ser autofinanciable, porque había puerta abierta para institucionalizarla –es decir financiarla con recursos públicos- por parte de las autoridades y el otro riesgo, que por haber logrado consolidarla como un foro de reflexión de los profesores en servicio sobre su propia experiencia frente a grupo y claro, confrontar ésta con sus iguales y que poco apoco podría alcanzar un mayor tiraje y circulación, ser considerada como un negocio.

 

Algo que provocó asombro y desconfianza en propios y extraños fue el hecho de que la revista fuera autosustentable, editada sin publicidad. Vale la pena explicar con detalle el tipo de financiamiento que le dio vida. Por principio de cuentas, tal vez era esto lo que más desconcertaba, no recibió apoyo económico de ninguna institución o autoridad académica. Se sostenía con donativos que los mismos profesores hacían y promovían. A partir del número cuatro, un profesor que publicaba un ensayo o reseña adquiría, si era de su propio interés, por 25 pesos un paquete de cinco revistas que podía canjear por cinco pesos con sus colegas o conocidos, lo cual le permitía recuperar lo invertido en su paquete de revistas y, al mismo tiempo, promover su trabajo y el de sus compañeros.

 

Con el dinero que se recibió del Apoyo Edmundo Valadés 1997 se aumentó el tiraje, se imprimió a dos tintas y se hizo una nueva propuesta visual. Pero nada de ese dinero se utilizó para el pago del personal que hacía la revista ni quedó en las arcas del director y editor responsable. Como es sabido los recursos públicos, a través de fondos o programas federales, estatales o municipales, destinados a mejorar o promover la cultura, están etiquetados fiscalmente. Es decir, no se pueden desviar para otros fines que no hayan sido presupuestados. El pago de sueldos o de algún tipo de beneficio personal no estaba considerado en dicho apoyo. El incumplimiento de esta norma implicaba responsabilidades legales o penales. La revista y su editor, como representante legal, estuvieron exentos de cualquier señalamiento de esta índole, porque siempre se cumplió al pie de la letra lo que dictaba la ley.

 

El pago de honorarios de las personas involucradas en la elaboración, edición, diseño, corrección de estilo, elaboración de ilustraciones y apoyo editorial fue sufragado con recursos propios del maestro René Nájera Corvera, editor responsable y líder del proyecto. Su aportación constituyó 35 por ciento del total del gasto ejercido en todos los años en que se publicó.

 

Se tuvo un apoyo económico extraordinario de cinco mil pesos por parte de editorial Santillana, a cambio de un encarte, incluido en el número seis, que promocionaba sus productos.

 

Sin lugar a dudas, esta forma de financiamiento generaba suspicacias. Quienes lo veían con desconfianza ignoraban la esencia del proyecto mismo: ser un foro del maestro en servicio a partir de los cursos del CAM DF. No querían reconocer que era un proyecto educativo y como tal anteponía el compromiso con las ideas, con la reflexión crítica antes que con la intención de hacer dinero a través de sus páginas. Si en un principio a algunos les pasó por la mente, porque así lo externaron en su momento, que la revista era un negocio personal y se servía de la generosidad de los maestros, se equivocaron. El tiempo puso a cada quien en su lugar.

 

El resultado es muy claro, la revista pudo salir avante, sortear ambos riesgos y hoy, podemos afirmar que fue posible crear un foro independiente y autogestivo en lo económico. Quizá un ejemplo que puedan reiniciar o asimilar los profesores en otras publicaciones de este tipo.

 

A manera de conclusión

 

El cambio de ámbito, pues pasa del papel impreso al formato digital, no es una actualización llana y simple: es la lucha de la memoria contra el olvido. El rescate de la revista tiene un interés que va más allá de lo anecdótico. Indudablemente, en el aquí y ahora, representa el deseo de participar, de hacerse oír por parte de aquellos que no tienen espacios para expresarse.

 

Ahora, quizá lo más preocupante sea la ausencia de un foro genuino en el que, “con palabras propias”, los maestros nos cuestionen, inquieten o iluminen con sus ideas. En aquel momento el Estado mexicano no tuvo una propuesta semejante ni una alternativa similar; la revista sólo les mereció un fax con un signo de interrogación enviado por un burócrata de la SEP. Hasta ahí llegó su interés y preocupación.

 

El presente tampoco tiene opciones; pero quizá lo más grave sea que en el futuro no se vislumbra la respuesta institucional de crear un espacio en el que tengamos cabida los docentes comprometidos con nuestra tarea. Pasará el tiempo y de no abrirse estos espacios, tal como reza la conocida sentencia, “la historia se los demandará”.

 

 

 

 

 

 

camcm.png

Secretaría de Educación Pública (SEP).

Dirección General de Educación Normal y Actualización del Magisterio (DGENAM).

Centro de Actualización del Magisterio en la Ciudad de México CAMCM (antes CAMDF).

Fresno 15, Col. Santa María la Ribera.. CP 06400. Cuauhtémoc. CDMX. ​México

Éste es el archivo histórico de la revista Con Palabras Propias, que fue una publicación realizada con fines educativos y no lucro durante los años de 1995 al 2001 a partir de los cursos que se impartían en el Centro de Actualización del Magisterio en la Ciudad de México CAM CM (antes CAM DF). Actualmente ya no se edita ni se publica.

México. Ciudad de México.

D.R. © 2021 Derechos reservados

Abenámar René Nájera Corvera

conpalabraspropias@gmail.com

Contacto

  • w-facebook
bottom of page