Con Palabras Propias 1
(enero-junio 1995)
Directorio
Director y editor responsable
René Nájera Corvera
Consejo de redacción
Daniel Guzmán Pelcastre
Fernando Velasco Gallegos
Diseño y edición
Rosalba Carrillo Fuentes
Presentación
El título de esta revista es la divisa que adoptamos y nos heredó Antonio Alatorre: con palabras propias, porque desde un punto de vista docente, se trata de un proceso de enseñanza-aprendizaje que se debe dar dentro y fuera del salón de clase, cuando un alumno escucha a su profesor, lee un libro, escucha comentarios de sus compañeros, debate con ellos… al final el alumno expresa sus ideas ya no con palabras prestadas, copiadas, escuchadas, aprendidas, sino con palabras propias.
Este primer número se editó en el ya lejano 1995 con 32 páginas, su contenido compendia el trabajo de cien profesores de secundaria de la SEP en el CAM-DF, en ese entonces en activo. Se trata del producto de sus cursos sabatinos que cursaban no sólo con miras a una mejora económica, gracias a los puntos escalafonarios, sino fundamentalmente para superarse personal y académicamente. En el fondo, lo que los maestros del CAM-DF deseaban era llevar sus experiencias docentes y escuchar otras de sus compañeros para inventar estrategias didácticas con vistas a mejorar su desempeño en el salón de clases. Sí, como se dice en la presentación de este primer número, descansaban haciendo adobes con la idea de cambiar su propia situación, la del magisterio y la de la sociedad. No es poca cosa, pues como decía Pablo Latapí por aquellos días, “hoy ser maestro es difícil”. Por lo visto, la situación, no ha cambiado.
Sueño y tiempo robados; lecturas en el autobús
Así es, después de sus jornadas diarias de trabajo entre semana, estos cien profesores en servicio se daban a la tarea de actualizarse. Producto de esos días de trabajo se publicaron en este número inaugural reseñas y estrategias didácticas sobre literatura, principalmente, pues los profesores que tenían el gusto de la lectura, lo reforzaron, y los que no lo tenían, la adquirieron, a sabiendas de que un maestro que lee es capaz de ser un formador de lectores. En este primer ejemplar se prefiguraban de alguna manera los números subsiguientes, las preocupaciones de ese entonces, que, bien vistas, son las de ahora: la educación sexual, la situación del libro, la importancia de la televisión dentro y fuera del aula, las nuevas tecnologías (sus riesgos y ventajas). Todos los temas fueron abordados por los profesores desde sus experiencias como docentes y como lectores en propuestas para sus alumnos; ellos dejaron en estos textos parte de su sueño y de tiempo, que en justicia correspondía a sus familias: literatura universal y literatura contemporánea, convertidos en ensayos y material didáctico.
Cuestionar y cuestionarse, labor de los maestros
Tan cierta es esa afirmación sobre el tiempo y su sueño robados, que el profesor Lucio González Olivares, cuando escribe sobre un ensayo de Vasconcelos, menciona que no puede leer sentado ni de pie, sino en el trayecto a su lugar de trabajo o a su casa, en el transporte público, y así se sigue para involucrarnos en sus hábitos de lectura. En otros ensayos, las maestras Minerva Barriga y Lidia Rico, al leer Los pasos de López de Ibargüengoitia, cuestionan la manera en que se enseña actualmente la historia de México, pues los personajes de la novela se sienten vivos, humanos, con virtudes y defectos, vaya, como cualquier persona. Cuestionar y cuestionarse, eso es lo que hacen los autores de los ensayos en este número de Con Palabras Propias.
Leer y escuchar al mismo tiempo
También es necesario mencionar que el catálogo de material didáctico de lectura y, pese a su marginalidad, robustece la tarea de estos autores, ya que su intención es superlativa como estrategia pedagógica: se trata de un folleto y un audio casete, es decir, al momento de escuchar el casete se lee de manera simultánea para apreciar a cabalidad la narración oral, esto es, el ritmo, las pausas en la puntuación, la modulación de la voz... de, por ejemplo, la “Entrevista con Aquiles”, donde la creatividad de los autores denota entusiasmo y amenidad con la intención de perfilar la imagen del héroe de La Iliada y al mismo tiempo se diserta sobre la amistad en la antigua cultura griega. Por supuesto, los folletos contienen en general una introducción útil para los docentes, pues los orienta para planear el tiempo de su clase, toda vez que se anota cuántas páginas tiene cada folleto y cuánto dura el audiocasete, el cual fluctúa de los seis a los veintisiete minutos; los folletos van de las cuatro a las cincuenta y un páginas.
Del mundo clásico al mundo contemporáneo
Los ensayos incluidos en este número son los relativos a la literatura contemporánea y los escritores analizados en ese entonces son José Vasconcelos (“Libros que leo sentado y libros que leo de pie”), Jorge Ibargüengoitia (Los pasos de López), Truman Capote (Ataúdes tallados a mano), George Steiner (“¿Después del libro?”), Ethel Krauze (¿Por qué acercarse a la poesía?) y Victoria Ocampo (fragmentos de su Autobiografía); los temas que abarca el catálogo de material didáctico son sobre literatura universal: Longo (Pastorales de Dafnis y Cloe), Esquilo (Prometeo encadenado), Homero (la rapsodia XXIII de La Ilíada), Esopo (Fábulas), Miguel de Cervantes (Don Quijote).
Por último, pero no menos importante, las ilustraciones de este ejemplar son precisamente, eso: ejemplares. Cada una fue seleccionada de libros, suplementos, revistas no para rellenar blancos en cada página, sino para acompañar la lectura y enriquecerla gráficamente. La imagen que abre el número uno de Con Palabras Propias es un arquero griego listo para tirar su flecha, fiel reflejo del propósito de la revista: una posición apropiada y un esfuerzo continuado, aún más: una idea fija: romper el viento y lograr el objetivo, llegar a los lectores. Otro ejemplo palmario es un dibujo a línea que enmarca los textos que los profesores escribieron sobre Truman Capote: una caricatura de un anfibio cuyo semblante que de tan serio, impresiona, así como impresiona su relato de “Ataúdes tallados a mano”. La ilustración de la contraportada es la del dios griego Hermes, Mercurio para los romanos, el de los pies alados, protector de los viajeros, como si acabara de recorrer una gran distancia, la que representa un esfuerzo, pues eso es lo que hace una revista inaugural: un viaje de ida y vuelta a la esperanza.